Llueve sobre el campo verde...
¡Que paz! El agua se abre
la hierba de noviembre
es de pálidos diamantes.
¡Se apaga el sol! De la choza
de la huerta se ve el valle
más verde, más oloroso,
mas idílico que antes.
¡Llueve! Los álamos blancos
se ennegrecen, los pinares se
alejan, todo esta gris,
melancólico y fragante.
Y en el ocaso doliente
surgen vagas claridades
malvas, rosas, amarillas,
de sedas y de cristales.
¡Oh! La lluvia sobre el
campo verde ¡que paz!
En el aire vienen aromas
mojados de violetas otoñales.
¡Que paz! El agua se abre
la hierba de noviembre
es de pálidos diamantes.
¡Se apaga el sol! De la choza
de la huerta se ve el valle
más verde, más oloroso,
mas idílico que antes.
¡Llueve! Los álamos blancos
se ennegrecen, los pinares se
alejan, todo esta gris,
melancólico y fragante.
Y en el ocaso doliente
surgen vagas claridades
malvas, rosas, amarillas,
de sedas y de cristales.
¡Oh! La lluvia sobre el
campo verde ¡que paz!
En el aire vienen aromas
mojados de violetas otoñales.
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